Cambio Climàtico: proteger a las mujeres y niños en Bangladesh - Enfants du monde Cambio Climàtico: proteger a las mujeres y niños en Bangladesh - Enfants du monde
Cambio Climàtico: proteger a las mujeres y niños en Bangladesh

Atenuar el impacto del cambio climático en mujeres y niños

Imagine un lugar donde el mar gane terreno cada día y donde cada gota de agua dulce se convierta en un tesoro. En el sur de Bangladesh, en la frontera entre la tierra y el océano, miles de familias afrontan las consecuencias devastadoras del cambio climático. En el marco de un consorcio de 9 ONGs suizas* presentes en Bangladesh y con el respaldo financiero de la cooperación suiza en este país, trabajamos con la ONG Organización para el medio ambiente y desarrollo social (ESDO) en Bangladesh para reducir el riesgo sanitario a los cuales se enfrenta la población de forma cotidiana.

Fuente

* CBM Global Disability Inclusion, Enfants du Monde, Global Alliance for Improved Nutrition (GAIN), HEKS/EPER, Helvetas Bangladesh, Solidar Suisse, Swiss Red Cross, Swisscontact, Terre des hommes

ESDO
Su casa está construida en plancha y bambú

Amima, su esposo Rahim y sus 3 hijos viven en el subdistrito de Assasuni en el sur de Bangladesh. Su habitación está construida en plancha y bambú, materiales prácticos y de bajo costo, debido a que deben reconstruir varias veces este refugio sumergido con frecuencia.

BRAC
Antaño agricultores, han visto sus arrozales destruidos por la subida del nivel del agua y la intrusión salina

Antes, la familia vivía de la agricultura, principalmente de los arrozales, pero con el alza de las aguas y la intromisión del agua salada, las cosechas fueron destruidas. Igualmente, como la pesca se volvió cada vez más difícil por causa de la contaminación de los ríos, Rahim, el esposo de Amima tuvo que mudarse a la ciudad para ganar lo suficiente para vivir. Cada semana, él ofrece sus servicios como obrero en la construcción. Amima, se quedó en el pueblo velando por las necesidades de sus hijos con un ingreso diario de 250 takas (aproximadamente 2 euros), justo para alimentarlos.

ESDO
A menudo el agua no es apta para consumo o para el uso cotidiano, sin embargo, se utiliza

La salinidad: una amenaza omnipresente

Amima camina largas distancias cada día hasta un pozo para buscar agua potable. Con más frecuencia, el agua del mar sube a los reservorios de agua. La sal vuelve al agua no apta para consumo, inútil para la irrigación de los cultivos o incluso el uso cotidiano como el lavado o la cocina.

Por causa de su pobreza, Amima y su esposo no han tenido los medios para desalinizar el agua, ni para comprar agua potable. Para tener un poco de agua, Amima recolecta el agua de la lluvia o de los ríos y lagos, a menudo, en condiciones poco higiénicas. Los 5 miembros de la familia son forzados a beber un agua contaminada la mayor parte del tiempo y solo cuentan con agua salada para preparar las comidas, limpiar la casa y lavar la ropa.

Enfants du Monde
Cuando ellas consiguen agua, se sacrifican para dejársela a su esposo e niño

Consecuencias graves en la salud

Cuando consigue agua, Amima, como todas sus vecinas se sacrifican para dejársela a su marido e niño. El médico local constata que las mujeres son particularmente afectadas por las enfermedades vinculadas al exceso de sal, tales como la hipertensión, los problemas renales, las enfermedades cutáneas y la pérdida del cabello. Además, el agua salada que utilizan para lavar su ropa menstrual produce quemaduras cutáneas e infecciones. Además, Los niños sufren con frecuencia de diarrea por causa de la contaminación del agua.

Rakib Ahsan/Enfants du Monde
Nosotros capacitamos al personal sanitario para identificar las enfermedades vinculadas al cambio climático y transmitimos a las mujeres la información para mejorar su salud y su resiliencia frente a los desafíos

Reforzar la resiliencia de las comunidades

Con nuestro socio local, capacitamos al personal sanitario de los centros de salud para identificar las enfermedades vinculadas al cambio climático y a llevar acciones de prevención junto a la población. Así, después de su visita al centro de salud durante su último embarazo, Amima sabe hoy por hoy cómo preservar la salud de su familia en caso de deshidratación o de ola de calor, ella conoce los síntomas del dengue y tiene precaución para prevenir las picaduras de los mosquitos y reducir su reproducción. Finalmente, Amima trata de encontrar agua potable para lavarse o lavar su ropa, con el fin de evitar las enfermedades cutáneas durante la menstruación.

Nosotros ayudamos a las familias vulnerables para que accedan a información esencial a menudo ignorada. Asimismo, les transmitimos prácticas simples, pero cruciales para mejorar su salud y su capacidad de afrontar los desafíos climáticos.

Mi donación marca la diferencia

Con 70 francos:

Hago posible que 350 mujeres embarazadas y sus maridos en Bangladesh participen en una sesión de educación en salud materna y se preparen para el parto.

Con 140 francos:

Ofrezco una formación continua en salud materna e infantil a 3 promotores de salud en Bangladesh.

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